Show in Museo de la Ciudad, Queretaro, Mexico. August 19 – October 16 2022.

The vulnerable observer, el título de la exposición, fue escogido por el artista en referencia al libro del mismo nombre, de la antropóloga cubano-estadounidense Ruth Behar y a la práctica de un mirar vulnerable en contraposición a la mirada dominante arquetípica del

observador/antropólogo. La muestra incluye une selección de piezas recientes de las instalaciones “Daftar” y “Misurgia Sisitlallan” e incluye videos en 16 mm digitalizado, camescope, HD y microscopia, así como piezas sonoras trabajadas con tecnología del laboratorio de inteligencia artificial del IRCAM- Centro Pompidou, Francia, entre otros. El artista marcara la apertura de la muestra con una serie de tres performances: dos intervenciones de los artistas Ulises Matamoros y Gwenaëlle Tatoué y una de él.

Según Behar la vulnerabilidad, ha llegado para quedarse: “Los críticos pueden seguir descartando estas tendencias como formas de « solipsismo », pero muchos de nosotros vamos a seguir con el corazón en la mano. ¿A qué debemos atribuir estas tendencias? ¿Es un mero lloriqueo? ¿O hemos entrado, como dicen en Cuba, en un período especial? El período especial de Cuba personifica una pérdida de fe en los textos fundadores, en las ideologías maestras, en las verdades firmes, en las formas monolíticas de imaginar la relación entre uno mismo y la comunidad. De diferentes maneras, el mundo también está viviendo un período especial. Tantas transformaciones intelectuales, políticas, socioeconómicas y emocionales desarrollandose simultáneamente. Desde la arena global hasta las conmociones íntimas del corazón humano, la desintegración del viejo orden mundial ha provocado, como sugiere Margaret Randall, una reevaluación general de las historias que alguna vez aceptamos al pie de la letra, independientemente de nuestra condición social. Nuevas historias están listas para ser contadas en lenguajes nunca antes usados, historias que cuentan verdades que alguna vez escondimos, verdades que no nos atreviamos a reconocer, verdades que nos avergonzaron.

Como en Cuba, todo ya pasó y todo está por pasar. Y eso es absolutamente aterrador, pero tal vez resulte absolutamente liberador. Puedo escuchar a mi tía Rebeca preguntando: “¿Aprendes algo sobre lxs españolxs, lxs mexicanxs, lxs judíxs, lxs cubanxs, lxs jubanxs al leer estos ensayos?” Y me imagino respondiendo: “Solo en la medida en que esté dispuesta a verlos desde la perspectiva de una antropóloga que ha llegado a conocer a los demás conociéndose a sí misma y que ha llegado a conocerse a sí misma conociendo a los demás. Mi vulnerabilidad principal, mi talón de Aquiles, (que siempre pensé que era un problema para ser antropóloga), es que no puedo leer un mapa. Soy el tipo de persona que se pierde al doblar la esquina. Si no te importa ir a algún lado sin un mapa, sígueme.”1